Retorcios

Un día perfecto para recordar este bollo o dulce típico de Priego de Córdoba, cuya receta me ha costado rescatar, ya que he preguntado a muchas personas por ella y no se acordaban o no la conocían, no la encontré en ningún libro, ni en internet… Mis abuelas nos preparaban ésta receta, pero por desgracia ya no están con nosotros y mi madre no se acordaba. 

Pero como los dichos son verdad “Quien tiene un amig@, tiene un tesoro”.

Mi buena amiga Teresa Ballesteros y su madre Encarna López me han facilitado la receta de “Retorcios” que tanto he buscado.

Así que gracias a ellas hoy puedo compartirla con tod@s vosotro@s y nos vamos a dar esta merendola tan apetecible.

Ingredientes: 450 gr de harina de trigo, 250 ml de agua templada, 15 gr sal, 80gr de manteca de cerdo, aceite de oliva suave para freír.

Elaboración: Mezclar el agua templada con la sal  y disolverla.

Agregar la harina y amasar. 
Incorporar poco a poco la manteca de cerdo mientras se amasa, hasta que la masa se pueda trabajar y no se pegue a las manos ni a la mesa de trabajo.

Dejarla reposar unos 10 minutos.

Separar unas bolitas de masa, estirarlas haciéndolas rodar sobre la mesa hasta conseguir una tira larga redondeada, retorcerla sobre sí misma dándole la forma peculiar de este bollo y echarla a la sartén con el aceite caliente.

Cuando estén dorados sacarlos y ponerlos sobre un papel absorbente.
Si en casa os gusta, puedes pasarlos por azúcar.

Nota: También puedes estender la masa con un rodillo y cortarla en cuadrados, para hacer unas tortitas fritas muy parecidas a las "tortas de canuto", que con ésta misma  masa están para chuparse los dedos.

A mí me gustan más templados, pero también se pueden tomar fríos y acompañados con una tacita de chocolate caliente son una verdadera delicia, que me transporta a esas maravillosas meriendas de mi niñez con mis hermanos, padres y abuelos... Ésta es una de esas recetas que llenan el alma de sentiminetos y añoranzas, dos ingredientes indispensables en mi cocina tradicional.