Hoy os traigo dos recetas diferentes y muy sencillas de preparar.
Patatas de guarnición, ideales para acompañar cualquier plato, ya sea de carne, pescado, verduras o para tomar como aperitivo.
Patatas a la olla.
Ingredientes: 2 patatas grandes chascadas* (unos 800g de patatas), 1 chorrito de aceite de oliva virgen extra, 1/2 vaso de vino blanco (100ml), ½ vaso de agua (100ml), 2 dientes de ajo picado, perejil fresco picado, pimienta negra molida al gusto, un poco de sal.
Echar todo a la olla a presión, exprés u olla programable.
Elaboración: En la olla a presión o exprés dejar cocinar 5 minutos desde que comience a hervir.
Retirar del fuego, dejar salir la presión, abrir la olla.
Servir las patatas calientes.
En olla programable, echar todos los ingredientes dentro, cerrar la olla, programar 5 minutos, cocina, presión alta.
Retirar del fuego, dejar salir la presión, abrir la
olla.
Servir las patatas clientes.
Notas: *Chascar (o cascar) la patata, consiste en ayudarnos del cuchillo para arrancar los trozos de patata, de manera que no quede un corte limpio, sino lo más irregular posible. De este modo, la patata liberará más almidón y éste hará que el caldo adquiera más cuerpo y quede más apetitoso.
Si preparas 1kg de patatas, debes poner 125 ml de vino blanco y 125 de agua.
Lo demás, todo igual que te indico en los ingredientes.
Patatas a la sartén.
Ingredientes: Patatitas baby o patatas nuevas, especias a tu gusto (puedes elegir entre, ajo en polvo, hierbas provenzales, orégano, tomillo, perejil, romero, un poco de pimentón dulce, etc...), agua, 2 o 3 cucharadas aceite de oliva virgen extra y sal.
Elaboración: Pelar la patatas, si son baby cortar en 2 piezas, si son como una mandarina, cortarlas en 4 piezas, de manera que queden de tamaño igualado.
Ponerlas en una sartén y agregar agua, pero sin llegar a cubrir del todo, que salgan los piquitos de las patatas, echar un poco de sal.
Llevar la satén a ebullición, desde ese momento contar entre 8 o 10 minutos, hasta que se evapore el agua, pinchar con un cuchillo para comprobar si están cocidas.
Incorporar el aceite de oliva para evitar que se peguen, bajar el fuego e ir salteando removiendo de vez en cuando con mucho cuidado para que no se rompan y se vayan dorando por igual.
Cuando empiezan a coger color dorado agregarle las especias elegidas a tu gusto, menos el pimentón dulce que se echará en el último momento, para que no se tueste, de lo contrario daría un sabor amargo.
Cuando estén bien doraditas a tu gusto, estarán listas para servir, acompañando cualquiera de tus platos ya sea de carne o pescado.