Cuando hagas esta receta de naranjas confitadas caseras, ya no volverás a comprarlas, pues es bastante fácil de hacer y salen muy buenas, especialmente para decorar el Roscón de Reyes.
O también una vez confitadas, escurridas y frías, las puedes bañar en chocolate negro para fundir y cuando se endurezca el chocolate, serán un bocado exquisito.
Elaboración: Cortar las naranjas en rodajas no muy gruesas.
Si son muy ácidas o notas demasiado amargor en la corteza, puedes darle un hervor muy cortito en agua con un poco de sal y después aclararlas con agua (con cuidado de no romperlas).
Poner el agua con el azúcar en una cacerola grande, calentar hasta que empiece a hervir y colocar las rodajas de naranjas de una en una.
Bajar el fuego y cocer durante una hora o hasta que estén bien blanditas y el almíbar haya espesado.
En ese punto escurrirlas y guardarlas entre papel de horno o también puedes congelarlas hasta el momento de usarlas.
También se pueden caramelizar, si las sigues cocinando hasta que casi todo el agua se evapore y se vean más oscuritas, entonces las pasas a papel de horno, dejas enfriar y listas para degustarlas.
Hola, verdaderamente quedan de lo más atrayente, nada más hay que verlas para saber lo ricas que estarán. tengo ganas de hacerlas pues con chocolate me encantan y no creo que haya que esperar a Navidad. un beso enorme!!
ResponderEliminarNo lo dudes Elisa.
EliminarEstán de vicio.
Gracias.
Un abrazo.
Hola Isabel!! hacia tiempo que no te leía y me has dado una gran alegría con esta receta que yo tenia ganas de hacer, por lo tanto voy a copiarte. tienen una pinta estupenda por lo tanto estarán buenísimas. Ya te diré.
ResponderEliminarUn besito