Una tarta de queso súper original, refrescante y deliciosa, perfecta para cualquier ocasión y que deberías preparar si pretendes sorprender a tus invitados con el postre.
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Ingredientes
Para la base: 120g de galleta napolitana o la que más te guste, 60 g de mantequilla derretida, 10 g de coco rallado.
Para el relleno: 6 hojas de gelatina, 300 g de queso tipo Philadelphia, 200 g de nata líquida fría, 1 lata de leche de coco fría, 100g de azúcar.
Para la cobertura: 6 hojas de gelatina, 200 g de pulpa de piña (yo usé piña en su jugo de lata, muy escurrida y triturada), 30 g de azúcar, 150 g de agua.
Piña deshidratada en rodajas para decorar.
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Elaboración: Engrasar la base y las paredes de un molde desmontable de 18 cm. Cubrir la base y las paredes con papel de horno y volver a engrasar (yo lo hago con aceite en spray).
Triturar las galletas hasta pulverizar.
Derretir la mantequilla en el microondas y mezclarla muy bien con las galletas y con el coco rallado.
Colocarlas en el molde presionando con una espátula y procurando que suba un poco por las paredes sobre el papel de horno. Congelar unos 15 minutos.
Hidratar la gelatina en agua
fría.
Para preparar el relleno, con una cuchara, retirar la parte solida de la leche de coco (unos 215 g) y descartar el líquido.
En un bol, batir con una batidora de varillas la leche de coco sólida hasta que se haya semimontado, como si fuera nata. Incorporar 150 g de nata líquida junto con el azúcar y batir unos minutos más hasta que quede semimontada.
Añadir el queso, la mezcla de nata y leche de coco en la batidora, triturar unos 30 segundos. Comprobar que no quedan grumos. Reservar en la misma batidora.
Calentar los 50 g restantes de nata liquida unos segundos en el microondas sin que llegue a ebullición.
Escurrir bien las hojas de gelatina y disolver por completo en la nata caliente.
Incorporar esta nata a la mezcla de queso y batir unos segundos.
Verte la mezcla sobre el molde que teníamos en el congelador y dejar enfriar en el frigorífico unas 4 horas o hasta que esté totalmente cuajada.
Para la cobertura, hidratar 6 hojas de gelatina en agua fría.
En una jarra mezclar bien la pulpa de piña con 100 g de agua y el azúcar.
Calentar 50 g de agua unos segundos en el microondas sin que llegue a ebullición.
Escurrir bien las hojas de gelatina y disolverlas en el agua caliente.
Incorporar el agua con la gelatina a la pulpa de piña y remover muy bien para que quede perfectamente mezclado.
Verter sobre la tarta ya cuajada y dejar enfriar en el frigorífico unas 12 horas más.
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Antes de servir, decorar con unas rodajas de piña deshidratada.
Fuente: Las mejores tartas de
queso Bea Roque.
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