Roscón con AOVE

¡¡Hola amig@s!!

Como cada año para Navidad andaba buscando un roscón diferente y este se lleva la palma... Con aceite de oliva sustituyendo a la mantequilla y sin masa madre, mas rápido de elaborar, es algo más pequeño que los que suelo hacer, pero queda muy ligero, esponjoso y rico.

Esta receta se la tenemos que agradecer a mi querida Belén de Cupcakes a Gogó, pues ella ha querido compartirlo con tod@s nosotro@s.

Para mi ha sido un descubrimiento delicioso, para los míos también, en una merienda desapareció del tirón, no te digo más.

Muchas gracias Belén, por esta y otras tantas recetas tan especiales que nos regalas.

Ingredientes: (Para un roscón mediano) 75 gr huevo batido, 100 gr azúcar, 100 gr leche semidesnatada tibia, 20 gr levadura fresca, la ralladura de la piel de 1 naranja y de medio limón, 1/2 rama de canela, 300 gr harina de fuerza tamizada, 40 gr aceite de oliva virgen extra suave, 15 gr de licor de amaretto.

Para decorar: 60 gr de azúcar, 1 cucharadita de agua de azahar de buena calidad, 1 puñado de piñones y 3 cerezas confitas, 1huevo batido para pincelar.

Para el relleno: Nata vegetal montada, trufa de chocolate, crema de pionono o el relleno que más os guste en casa.

Elaboración: Infusionar la leche, calentándola con dos tiras de piel de limón y la canela en rama, reservar y dejar templar.
Una vez templada la leche, sin que esté demasiado caliente, para no anular el efecto de la levadura, colarla, diluir la levadura fresca en la leche y reservar.

En el bol de la amasadora poner el huevo un poco batido, el azúcar y la ralladura de naranja.

Añadir la leche con la levadura disuelta y seguimos batiendo con la ayuda del accesorio gancho.

Incorporar el aceite, el licor de amaretto y poco a poco sin parar la máquina  integrar la harina tamizada.

Realizar un amasado largo a velocidad baja unos 15 minutos.

Una vez lista nuestra masa, untarnos las manos con un poquito de AOVE para manipularla mejor. 
Dándole forma de bola, pasar la masa a un bol limpio y aceitado para que haga su primer levado.

Tapar con un film de plástico aceitado y dejamos reposar unas 3 horas en un ambiente cálido o hasta que doble su volumen.

Si lo prefieres o no puedes seguir con la receta, empieza a prepararlo por la tarde noche, puedes llevarlo al frigorífico y dejarlo en un levado lento toda la noche. Pero si tu frigorífico está muy frío, mejor déjalo reposar en la habitación más fría de tu casa. 

Pasado este tiempo, con las manos y la mesa de trabajo un poquito aceitadas, sacar la masa del bol y desgasificarla hundiendo el puño en ella y doblándola sobre sí misma, la masa se desinflará enseguida, darle forma de bola, creando un poco de tensión mientras la boleamos.

Formar el roscón, introduciendo dos dedos en el centro de la bola para hacer el agujero grande, ya que si lo dejamos pequeño se cerrará durante el siguiente levado y el horneado final.

Meter las manos por el agujero, dejando que el roscón se descuelgue por su propio peso entre nuestras manos y tome forma mientras los giramos.

Yo suelo poner en el centro del roscón un aro de acero de servir comidas, untado en aceite, para evitar que se cierre el agujero.

Colocarlo sobre la bandeja de horno forrada con papel vegetal, dejándolo lo más parejo y redondito posible.

Tapar de nuevo con un film aceitado y dejar que leve en un lugar templado, hasta que doble su volumen (otras 3 horas aproximadamente), sin que se pase de fermentación o nos subirá a lo ancho en lugar de a lo alto.

Para saber si está listo para hornear, debes tocar el roscón con la yema del dedo, si queda la huella, aún no está listo, si está tenso y no deja huella, es el momento de llevarlo al horno.

Precalentar el horno a 180º calor arriba y abajo.

Mezclar el azúcar con el agua de azahar, reservar.

Con mucho cuidado de no desgarrarlo, pincelar con huevo batido y decorarlo con el azúcar, los piñones y las cerezas laminadas.

Llevarlo al horno unos 17 minutos a 180º calor arriba y abajo sin aire, en la segunda balda. 

Si a media cocción se dora demasiado, debes taparlo con papel de plata o ponerle una bandeja en un nivel superior.

El tiempo de horneado es orientativo, vigila para que no se queme, porque esto depende de cada horno. Cuando lo veas dorado, estará listo. 

Dejarlo reposar sobre una rejilla y cuando esté frío, con un cuchillo de pan con sierra, puedes abrirlo y rellenarlo al gusto.

O tomarlo así como ves en las fotos, como hicimos nosotros.

Ahora sí, el aroma a Navidad en tu casa, será único y delicioso.