La filloa gallega es una especie de crêpe, pero a diferencia de ésta son mucho más finas y se hacen solo con harina de trigo.
También existe una versión salada que se suele preparar en época de matanza y se hace con caldo del cocido, y otra con anís, que se conoce como freixos.
Se suelen preparar en sartenes de hierro o filloeiras que permiten hacer varias a la vez, pero si no disponemos de ella, las podemos hacer en una sartén antiadherente de unos 24 centímetros de diámetro.
Para aportarle su sabor característico, lo ideal será untar la sartén con un trozo de tocino blanco sin salar. O en su defecto siempre podemos recurrir a mantequilla o aceite de oliva.